La década 2003-2013 fue el escenario de cambios significativos en la situación de las mujeres en el sistema científico y tecnológico y de innovación argentino.
Su presencia masiva en la educación superior, su mayor participación en las actividades de Investigación y Desarrollo (I+D) y su incipiente acceso a posiciones de decisión política en ciencia y tecnología son algunos de los avances más significativos.
Sin negar su importancia y potencialidad, estos logros tienen su contracara en un fenómeno que hemos denominado “espejismo de igualdad” (Bonder, 1989).
Nos referimos al efecto de encandilamiento que suele generarse cuando mujeres y varones llegan a una igualdad numérica en ámbitos en los que ellas eran minoría.
Se crea así una imagen distorsionada que toma la parte por el todo; es decir, convierte la presencia igualitaria de ambos géneros en un indicador de logro de la igualdad sustantiva. Pero como afirma Irina Bokova (Directora General de la UNESCO), “la igualdad real no es un juego de números”. Tampoco es una problemática que evolucionará simplemente con el trascurrir del tiempo.
Se necesitan cambios más profundos y complejos en las instituciones, las culturas institucionales y en las subjetividades para que ambos géneros puedan elegir y desarrollarse plenamente en cualquier campo y en todas las posiciones.
Los modelos de mujeres “exitosas” con los que en muchas ocasiones se trata de animar a las jóvenes a ingresar a la ciencia y la tecnología contribuyen a fortalecer este espejismo, al atribuir exclusivamente al ámbito personal la capacidad para el logro y fomentar el voluntarismo y el exitismo.
En cambio, importa difundir las experiencias cotidianas de mujeres y varones de diversos entornos socioeconómicos y culturales que eligen y se desempeñan en estas áreas, develar los obstáculos que debieron abordar, también las condiciones que facilitaron sus trayectorias; en definitiva, comprenderlas como procesos no exentos de conflictos, dudas, errores , vacilaciones, imponderables y de cambios imprevisibles.
Los resultados de la década 2003-2013 impulsan la necesidad de avanzar simultáneamente en múltiples sentidos:
